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lunes, mayo 10
jueves, enero 21
Arena en el zapato
La Biblia se trata de Dios buscando al hombre, no al revés. Cuando el Señor me abrazó, sentí que podía enfrentar cualquier crisis.
Quiero a hablarle a los que no tienen una gran crisis, que tienen arena en el zapato. A veces pensamos que lo nuestro es una tontería; pero si es arena en el zapato, no nos déja pensar en grande. Somos tripartitos, tenemos alma, estructura emocional. Y Dios respeta eso. Si tu entorno no está bien, te va a costar pensar en cosas grandes. El Señor no te enviará a un asunto grande si no solucionas esa arena en el zapato, ese es un padre tierno.
Génesis 18:1-18 Después le apareció Jehová en el encinar de Mamre, estando él sentado a la puerta de su tienda en el calor del día. Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban junto a él; y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se postró en tierra, y dijo: Señor, si ahora he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de tu siervo. Que se traiga ahora un poco de agua, y lavad vuestros pies; y recostaos debajo de un árbol, y traeré un bocado de pan, y sustentad vuestro corazón, y después pasaréis; pues por eso habéis pasado cerca de vuestro siervo. Y ellos dijeron: Haz así como has dicho. Entonces Abraham fue de prisa a la tienda a Sara, y le dijo: Toma pronto tres medidas de flor de harina, y amasa y haz panes cocidos debajo del rescoldo. Y corrió Abraham a las vacas, y tomó un becerro tierno y bueno, y lo dio al criado, y éste se dio prisa a prepararlo. Tomó también mantequilla y leche, y el becerro que había preparado, y lo puso delante de ellos; y él se estuvo con ellos debajo del árbol, y comieron. Y le dijeron: ¿Dónde está Sara tu mujer? Y él respondió: Aquí en la tienda. Entonces dijo: De cierto volveré a ti; y según el tiempo de la vida, he aquí que Sara tu mujer tendrá un hijo. Y Sara escuchaba a la puerta de la tienda, que estaba detrás de él. Y Abraham y Sara eran viejos, de edad avanzada; y a Sara le había cesado ya la costumbre de las mujeres. Se rió, pues, Sara entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi señor ya viejo? Entonces Jehová dijo a Abraham: ¿Por qué se ha reído Sara diciendo: ¿Será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja? ¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo. Entonces Sara negó, diciendo: No me reí; porque tuvo miedo. Y él dijo: No es así, sino que te has reído. Y los varones se levantaron de allí, y miraron hacia Sodoma; y Abraham iba con ellos acompañándolos. Y Jehová dijo: ¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer, habiendo de ser Abraham una nación grande y fuerte, y habiendo de ser benditas en él todas las naciones de la tierra?
Dios decide destruir una ciudad a causa del pecado. A veces lo bueno es el peor enemigo de lo mejor. La arena en el zapato de Abraham era que no podía tener hijos. El Señor sabe que no puedes pensar en grandes asuntos del reino si no solucionas tus historias mínimas.
Hebreos 11. Habla de personas que nunca aparecen más en la Biblia, pero ellos quitaron la arena en el zapato del Apóstol. No debemos subestimar el favor de Dios en las cosas mínimas.
Esas historias mínimas son las que el Señor va a tomar en cuenta. El Señor también está en los problemas pequeños. Dios quiere sacarte la arena en el zapato para llevarte a los asuntos del Reino, a cosas más importantes.
Hoy quiero desafiar a los que sueñan con las multitudes, ser directores de cine, empresarios, eso está bien, pero hoy quiero que pidas ser el que quita la arena en el zapato de alguien más. Quiero que hoy mandes ese correo electrónico, que hagas esa llamada, que preguntes por la salud de alguien. Vas a marcar la diferencia, eso es lo que Dios ve en Abraham. Soluciona la arena en el zapato de otros, y El quitará la tuya.
martes, enero 19
Editar la vida
Es importante que editemos la parte positiva de nuestra vida, olvidemos el pasado y avancemos.
Filipenses 3:13. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante…
Hay quienes tuvieron padres que los predispusieron para la vida de un modo diferente. A pesar de lo que Pablo dice, no somos más que la información que nos dieron desde niños. Dios nos quita el dolor, pero no nos borra la memoria. Nunca olvides de dónde te sacaron, pues eso te ayudará a no regresar ahí. No vivas amarrado al pasado, úsalo como un escalón para continuar. Uno tiene tendencia a cargar con los recuerdos, y hay gente que vive pagando el alto precio de vivir del pasado. He notado que hay mucha tristeza emocional en la juventud, pero si no dejan esas cargas a los pies de Jesús, el ir a la iglesia sólo es una tregua para descansar de ellas temporalmente.
Ninguno ha tenido una vida entera color de rosa, donde todo está bajo control, pero tampoco alguien puede decir que toda su vida ha sido un drama, a menos que edite sólo lo malo. Nadie resiste una mala edición.
Cuando somos niños, hay opiniones que nos marcan, pues vienen de personas que amamos; pero aún así, todos podemos editar una parte positiva de nuestra niñez. No puedes arreglar el pasado, pero puedes cambiar tu futuro.
Debes aprender a editar bien la vida. La gente que te ha dañado, posiblemente ni sabe que lo hizo. Tus hijos o esposo no merecen vivir con tu amargura, con el dolor de lo que te causaron cuando niño. Eso hace que todos los que están a tu alrededor sean afectados.
Uno siempre busca la aprobación paterna, pero qué pasa cuando no la tienes? Cuando su forma de vivir es distinta a la tuya? Cuando no agradamos a nuestros padres, empezamos a cargar con ese dolor. Todos vamos por la vida buscando ese abrazo de nuestro padre, no importa qué edad tengamos.
La definición de amargura es ira orientada hacia adentro. Todos tenemos una limitada cantidad de energía emocional, así que esa carga nos agota.
Debemos editar lo bueno que nos pasa, llenarnos de fe, recordar todo lo que Dios ha hecho en nuestra vida. Yo provengo de un Dios que me ha enseñado a editar bien. Si en algún momento de tu vida te cuesta editar una parte positiva, ve al pasado cuando Dios ha obrado y si lo hizo antes, lo hará de nuevo. En los cielos no ven las partes negativas de tu vida si las has cubierto con la sangre de Jesús. Dios tiene un estudio de edición y El quiere que tú también edites tu vida. Si Dios recuerda sólo tus cosas buenas, quién eres tú para recordar lo malo?
Dios quiere que redirecciones tu vida y la de tus descendientes. Es importante que veas lo que Dios ha hecho en la vida de tus hermanos espirituales, eso alimenta tu fe, y si Dios lo hizo con ellos, lo hará contigo. Establece un nuevo parámetro en tu vida. Durante años quise cambiar a mis padres, mi pasado, tener una máquina del tiempo para regresar y cambiarlo, pero eso es imposible. Lo bueno es que nada nos impide cambiar el futuro. Si corro bien la carrera, mis hijos tendrán una vuelta menos que dar. Tira todo lo que no sirve, quita todo lo que hace que la vida te sea tan densa. Aprovechemos la vida, para que nos alegremos de nuestra juventud. Mira hacia el futuro y deja ir el pasado.
lunes, noviembre 16
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