Ponte Las Tillas

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lunes, enero 25

La paternidad de Dios




Nadie puede quitarte a tu Padre Celestial que desea consolarte y bendecirte.

La Biblia dice que Moisés se sostuvo viendo al invisible, no lo veía pero lo tenía. Lo mismo sucede con nosotros. Tenemos a nuestro Padre Celestial que nos cubre y protege aunque no lo veamos.

Jesús nos rescató de la vana manera de vivir que heredamos de nuestros padres. Por más que tengamos a papá y mamá en casa, por muy buenos que sean siempre cometerán errores y sólo Dios, nuestro Padre eterno puede librarnos de tomar ese ejemplo e imitarlos en lo malo.

Jesús siempre se refirió a Dios como “Padre”, fue el primero en hacerlo. En todo el Antiguo Testamento no encontramos a nadie decirle Padre al Señor. Solamente Eliseo llamó así a Elías, pero nunca a Dios. Pero Jesús no lo llamaba “Jehová” sino “Padre” porque deseaba traer la esencia de Dios sobre nosotros. Imítalo, ten la confianza de llamarlo así y hablarle siempre, en todo momento.

Las bendiciones del Padre Celestial

La gente me critica porque soy bendecido, pero ya no me importa porque todo lo que tengo son regalos que recibo de mi Padre. Una vez me obsequiaron un anillo que ofrendé al Señor para poder tener un programa de televisión que bendijera a millones de personas. Cuando lo puse ante Su altar, Él me cuestionó porque yo sentía temor de usarlo. Me daba miedo lo que dijera la gente, sabía que iban a criticarme. Entonces el Señor, de la misma forma que me movió a milagros y sanaciones, con el mismo amor con el que me pidió que le construyera un templo, me dijo: “te apena que vean cómo te tengo”. Desde entonces no me importan las murmuraciones y estoy orgulloso de las bendiciones que recibo por dedicar mi vida a Su obra. Soy doblemente dichoso porque me enaltece como hijo y como siervo Suyo que dejó todo por el Evangelio.

Yo no perderé a mi Padre Celestial ni me sentiré mal por Sus expresiones de amor. Una persona me dijo que no tenía derecho a construir mi casa porque soy obrero del Señor, pero le repetí que tengo doble derecho, como heredero y como hijo obediente a Su mandato de hacer discípulos a las naciones. Si un siervo tuviera más derecho sobre los bienes del Padre que un hijo, me convertiría en oveja de inmediato porque me niego a perder a mi Padre, pero no es así. No retrocederé ni un centímetro.

Si no creyera que Dios es mi papá y me bendice, no estarías aquí con el gran equipo de Casa de Dios y los predicadores extranjeros, ministrando a miles de jóvenes. Con o sin padres terrenales, si naciste de nuevo, tienes un Padre Celestial que nada ni nadie puede arrebatarte. Gózate por ello y ámalo con Él lo hace. Tu Padre no te abandonará, no morirá y no se cansará de perdonarte, así como nunca se cansará de corregirte con paciencia, porque te ama.

La paternidad de Dios

Cuando recibí y acepté la paternidad de Dios, me hinqué y le pedí que me castigara cuando fuera necesario porque de lo contrario pensaría que no me ama. El Señor te tomó por hijo, tómalo tú por padre. La gente no entiende sobre la prosperidad y la bendición porque no han entendido la paternidad de Dios. Entiéndela y acéptala. Las sanas doctrinas se sustentan en conocer y entender que Él es nuestro padre.

Imagina qué delicado es proclamarlo como Padre que el mismo Jesús fue crucificado por eso. Nunca negó la paternidad de Dios y condenado como blasfemo sufrió la muerte en la cruz. Pero sabía de estaba abriendo la puerta para millones de nosotros que a partir de ese momento naceríamos como hijos y podríamos reconocerlo como Padre amado y bondadoso.

No desperdicies lo que ha costado tan caro. La paternidad de Dios es maravillosa, seca tus lágrimas, porque no estás sólo. Si lloras por no ver a tu padre terrenal, no podrás disfrutar de la felicidad que desea darte tu Padre Celestial. A Él tampoco lo ves, pero puedes sentir cómo te toma entre Sus brazos y te arrulla como a un bebé, consolándote y llenándote de paz.

Ahora promete que dejarás de lado la falsa religiosidad y te abandonarás en Sus manos, permitirás que te bendiga, guíe, provea y corrija. Ámalo. No importa cuánta falta te hagan los demás, Él siempre estará presente, junto a ti.

jueves, enero 21

Arena en el zapato



La Biblia se trata de Dios buscando al hombre, no al revés. Cuando el Señor me abrazó, sentí que podía enfrentar cualquier crisis.

Quiero a hablarle a los que no tienen una gran crisis, que tienen arena en el zapato. A veces pensamos que lo nuestro es una tontería; pero si es arena en el zapato, no nos déja pensar en grande. Somos tripartitos, tenemos alma, estructura emocional. Y Dios respeta eso. Si tu entorno no está bien, te va a costar pensar en cosas grandes. El Señor no te enviará a un asunto grande si no solucionas esa arena en el zapato, ese es un padre tierno.

Génesis 18:1-18 Después le apareció Jehová en el encinar de Mamre, estando él sentado a la puerta de su tienda en el calor del día. Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban junto a él; y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se postró en tierra, y dijo: Señor, si ahora he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de tu siervo. Que se traiga ahora un poco de agua, y lavad vuestros pies; y recostaos debajo de un árbol, y traeré un bocado de pan, y sustentad vuestro corazón, y después pasaréis; pues por eso habéis pasado cerca de vuestro siervo. Y ellos dijeron: Haz así como has dicho. Entonces Abraham fue de prisa a la tienda a Sara, y le dijo: Toma pronto tres medidas de flor de harina, y amasa y haz panes cocidos debajo del rescoldo. Y corrió Abraham a las vacas, y tomó un becerro tierno y bueno, y lo dio al criado, y éste se dio prisa a prepararlo. Tomó también mantequilla y leche, y el becerro que había preparado, y lo puso delante de ellos; y él se estuvo con ellos debajo del árbol, y comieron. Y le dijeron: ¿Dónde está Sara tu mujer? Y él respondió: Aquí en la tienda. Entonces dijo: De cierto volveré a ti; y según el tiempo de la vida, he aquí que Sara tu mujer tendrá un hijo. Y Sara escuchaba a la puerta de la tienda, que estaba detrás de él. Y Abraham y Sara eran viejos, de edad avanzada; y a Sara le había cesado ya la costumbre de las mujeres. Se rió, pues, Sara entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi señor ya viejo? Entonces Jehová dijo a Abraham: ¿Por qué se ha reído Sara diciendo: ¿Será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja? ¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo. Entonces Sara negó, diciendo: No me reí; porque tuvo miedo. Y él dijo: No es así, sino que te has reído. Y los varones se levantaron de allí, y miraron hacia Sodoma; y Abraham iba con ellos acompañándolos. Y Jehová dijo: ¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer, habiendo de ser Abraham una nación grande y fuerte, y habiendo de ser benditas en él todas las naciones de la tierra?

Dios decide destruir una ciudad a causa del pecado. A veces lo bueno es el peor enemigo de lo mejor. La arena en el zapato de Abraham era que no podía tener hijos. El Señor sabe que no puedes pensar en grandes asuntos del reino si no solucionas tus historias mínimas.
Hebreos 11. Habla de personas que nunca aparecen más en la Biblia, pero ellos quitaron la arena en el zapato del Apóstol. No debemos subestimar el favor de Dios en las cosas mínimas.

Esas historias mínimas son las que el Señor va a tomar en cuenta. El Señor también está en los problemas pequeños. Dios quiere sacarte la arena en el zapato para llevarte a los asuntos del Reino, a cosas más importantes.
Hoy quiero desafiar a los que sueñan con las multitudes, ser directores de cine, empresarios, eso está bien, pero hoy quiero que pidas ser el que quita la arena en el zapato de alguien más. Quiero que hoy mandes ese correo electrónico, que hagas esa llamada, que preguntes por la salud de alguien. Vas a marcar la diferencia, eso es lo que Dios ve en Abraham. Soluciona la arena en el zapato de otros, y El quitará la tuya.

Atados a una palmera



La actitud que tengas determina lo que la Palabra hace contigo, no sólo ahora, sino eternamente. Una perla de sabiduría divina tiene más valor que cualquier cantidad de dinero.

Jueces 4:1-10 Deborah era una mujer ungida, con autoridad divina, con discernimiento espiritual. Ella sabía lo que Dios quería, cómo y de qué manera, pero tenía su ministerio abajo de un árbol, una palma. En el Cuerpo de Cristo hay muchos jóvenes con revelación y bendición de Dios, pero muchos están amarrados a una palma, y hoy he venido a sacarte de ahí porque Dios te va a llevar a hacer grandes cosas. Qué hace que una mujer como Deborah esté en un lugar como ese? Una crisis de identidad. Ella vivía en una generación que estaba convencida que una mujer no podía hacer grandes cosas, y aunque ella tenía sueños de revelación, todos decían que no podía. Es probable que tú has estado luchando entre lo que Dios te hace ver en tu espíritu, y lo que la gente quiere que veas.

Una mentira es lo opuesto a la verdad, cada vez que el diablo te ha dicho que eres un don nadie, es porque eres un hijo de Dios; cada vez que te ha dicho que no vas a llegar a nada, prepárate porque Dios está abriendo camino. Dios tiene la última palabra.

Algunos han empezado a amar la simpleza. Has pasado mucho tiempo en una vida que te llegas a convencer que por más unción que tengas, y por más deseo que tengas, ese es tu lugar, pero no lo es. A Deborah le dijeron que no, pero se sentó en la palmera a bendecir a otros. Dios te puede ver como alguien grande, la misma gente, pero si tú no te ves de acuerdo a como Dios te ve, vas a seguir debajo de la palmera. La imagen que tienes de ti mismo, determina mucho de lo que haces en la vida. Dios te puede ver, ungir, bendecir como rey, pero si tú no te ves así, no haces nada.

Si tú no ves el plan de Dios como algo grande, nunca vas a necesitar salir de esa palmera. Cada vez que Dios vino con un hombre de Dios, ese tenía una crisis de identidad; por más que Dios les daba, hasta que ellos no se vieron como El los veía, nunca lograron ser aquello que Dios los llamó a ser. Nunca vas a conocer a un hombre de éxito que no esté seguro de sí mismo, que no entienda lo que Dios lo llamó a ser.

Pero Dios nos ha dicho que tiene un plan para nuestra vida. No tienes lugar en el éxito si no piensas así, porque le haces más daño a la gente cuando tienes complejos que cuando sabes quién eres en Cristo. Nunca podrás ocupar lugares de importancia si no crees que lo mereces. Tú eres alguien en Dios.

Números 13:33 Como tú te ves a ti mismo, así te ve el enemigo. La razón por la cual hay naciones que no han recibido el evangelio es porque la iglesia se siente y se ve como cucaracha; estamos debajo de las palmas, con todo y la unción que tenemos, no l a usamos como deberíamos, porque hemos permitido que el mundo forme una imagen de nosotros paupérrima. Debes entender quién eres en Cristo, y si Dios está contigo, quién contra ti.

Cómo salimos de debajo de la palma? Hay cinco cosas que vas a necesitar:

1. Tomar una decisión. Todo comienza contigo, porque como el hombre piensa en su corazón, así es él. Hay imágenes que haces en tu mente de las cuales tienes control. Mírate a ti misma con una armadura delante del Trono de Dios, hay millones de ángeles viendo cómo Dios habla contigo, Dios ha puesto unción sobre ti.

Jueces 5:12 Despiértate, comienza a verte como Dios te ve, espera lo mejor. La gente te trata como tu te ves a ti mismo. Toma la decisión que vas a pensar con altura de ti mismo, que te vas a levantar de ese letargo espiritual.

2. Una crisis. Las crisis revelan lo que verdaderamente tú eres. Sin crisis no hay victoria, y sin ella, no hay nuevos triunfos.

Jueces 5:6 En los días de Samgar hijo de Anat, En los días de Jael, quedaron abandonados los caminos,
Y los que andaban por las sendas se apartaban por senderos torcidos.

3. Un Barak. Necesitas asociarte con gente que ve un buen potencial en ti. Barak vio lo que Debora valía. Necesitas figura de autoridad que te afirmen en lo que Dios ha dicho de ti, que vea tu potencial.

4. Una visión que trascienda más allá de la palma. Deborah comenzó a mirar algo más que iba más allá de su contexto. Cuando tienes gente que sueña en grande, es gente que se va a levantar a hacer cosas grandes.

5. Fe en Dios. Deborah creyó que el Dios que había iluminado su corazón la iba a respaldar, ella se fue a la guerra sabiendo que cuando ella marchara, Dios iba a marchar. Que lo que hiciera, Dios la iba a respaldar.

Deborah no se preparó para correr, sino para ganar!


miércoles, enero 20

Como recibir mi herencia



En tus manos tienes tu futuro, deja atrás todo aquello que no te ha dejado pasar a otro nivel y llega a donde Dios quiere llevarte.

Tú tienes oportunidad de reinar y administrar lo que Dios te da. El te está moldeando para que tú reines en lo que te está dando en tus manos. Nuestro galardón está hasta el final, así que debemos soportar las pruebas, pues muchos se han quedado en ese punto. Dios te ha dado las armas poderosas para que reines, pero tienes que estar consciente de dónde vienes. No debemos poner los ojos en lo que hicieron bien o mal nuestros padres, sino que debemos hacer algo por nosotros mismos.

Hay éxitos que no tienes el día de hoy por cosas del pasado. Si ves o has visto violencia, insultos o golpes en tu casa, eso te tiene que afectar a ti, pues tu corazón es de carne. Puedes tener libertad de presentarte ante el Trono de Dios para sacar tu tristeza y dolor, pero Dios te quiere dar más, llevarte al siguiente nivel, pero debes de ir y arreglar las cosas con la persona de la par.

Queremos conocer más a nuestro Padre Celestial, pero no nos animamos a abrirle nuestro corazón a nuestro padre terrenal , madre, hermano, etc., decirle qué nos lastimó, cómo estamos. Necesitas ponerte a cuentas con esas personas. Recuerda que en tu debilidad, Dios se glorifica. Hay jóvenes que no se quieren casar, por cosas que vivieron en el pasado en su hogar. Se reprimen, les cuesta tener relación con alguien más, se encierran. Y en ocasiones, creen que tienen que ser los salvadores de sus padres. Esta es un área muy importante, no queremos estar reviviendo las heridas del pasado, pero hay algo que está provocando que no tengamos éxito, en eso viene la frustración, el deseo de no seguir sirviendo, de no ir a la iglesia. Pide al Señor que te muestre cuál es el problema que te tiene parado para poder romperlo y seguir adelante.

Vas a poder tener más comunicación con tu Padre Celestial si lo puedes hacer con los que te rodean. La Palabra de Dios menciona un Rey, un Padre y a los hijos escogidos para que sigan el gobierno; menciona a la madre, cuántos años reinaron y eso es lo que Dios te quiere decir a ti, que está interesado en la familia de la cual vienes, quiénes han sido tus padres, porque todas las cosas son hechas nuevas. Tu vida tiene que tener éxito porque Jesús ya lo prometió. Tú tienes en tus manos el poder marcar a dónde llegas.

Les voy a dar dos consejos, uno a los hombres y otro a las mujeres. Para los hombres, que ellos tienen la autoridad. El cuerpo tiene una cabeza, así como Jesucristo con su Iglesia. Ustedes deben estar seguros de sí mismos, saber a dónde van, tener carácter, estar enfocados, saber qué quieren lograr, hacia dónde van, porque Dios te va a poner a gobernar tu hogar, tu trabajo, oficina, empresa. Debes provocar que los demás se acoplen a lo que tú quieres. Para las mujeres no es fácil, pero Dios nos enseña.

A las mujeres, tu papel es muy importante. Si quieres servir al Señor, debes aprender a amar a Dios sobre todas las cosas y reconocer que hay una autoridad puesta por Dios en tu vida. Somos reyes, hay diferentes reinados, pero tú elige el reinado de lo correcto, de lo que agrada a Dios. Mujer, aprende a ser ayuda, trabajar en equipo, y para eso, Dios tiene que tratar con tu corazón.

Proverbios 17:6 Tienes que hacer tu papel bien para que tus hijos puedan nacer y te puedan honrar.
Mujer, tienes que sujetarte a un padre, a un esposo, maestro, pastor; no al novio, todavía no le corresponde esa autoridad.

Proverbios 20:29 Sé una persona que desee trabajar para el reino de Dios por muchos años. Si te comprometes con el Señor, trabajas para ser un buen líder, sigue ahí. El éxito está en la constancia.

Proverbios 17:11 Tú puedes hacer todo distinto para mejor, sé sabio.

martes, enero 19

Editar la vida




Es importante que editemos la parte positiva de nuestra vida, olvidemos el pasado y avancemos.

Filipenses 3:13. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante…

Hay quienes tuvieron padres que los predispusieron para la vida de un modo diferente. A pesar de lo que Pablo dice, no somos más que la información que nos dieron desde niños. Dios nos quita el dolor, pero no nos borra la memoria. Nunca olvides de dónde te sacaron, pues eso te ayudará a no regresar ahí. No vivas amarrado al pasado, úsalo como un escalón para continuar. Uno tiene tendencia a cargar con los recuerdos, y hay gente que vive pagando el alto precio de vivir del pasado. He notado que hay mucha tristeza emocional en la juventud, pero si no dejan esas cargas a los pies de Jesús, el ir a la iglesia sólo es una tregua para descansar de ellas temporalmente.

Ninguno ha tenido una vida entera color de rosa, donde todo está bajo control, pero tampoco alguien puede decir que toda su vida ha sido un drama, a menos que edite sólo lo malo. Nadie resiste una mala edición.

Cuando somos niños, hay opiniones que nos marcan, pues vienen de personas que amamos; pero aún así, todos podemos editar una parte positiva de nuestra niñez. No puedes arreglar el pasado, pero puedes cambiar tu futuro.

Debes aprender a editar bien la vida. La gente que te ha dañado, posiblemente ni sabe que lo hizo. Tus hijos o esposo no merecen vivir con tu amargura, con el dolor de lo que te causaron cuando niño. Eso hace que todos los que están a tu alrededor sean afectados.

Uno siempre busca la aprobación paterna, pero qué pasa cuando no la tienes? Cuando su forma de vivir es distinta a la tuya? Cuando no agradamos a nuestros padres, empezamos a cargar con ese dolor. Todos vamos por la vida buscando ese abrazo de nuestro padre, no importa qué edad tengamos.

La definición de amargura es ira orientada hacia adentro. Todos tenemos una limitada cantidad de energía emocional, así que esa carga nos agota.

Debemos editar lo bueno que nos pasa, llenarnos de fe, recordar todo lo que Dios ha hecho en nuestra vida. Yo provengo de un Dios que me ha enseñado a editar bien. Si en algún momento de tu vida te cuesta editar una parte positiva, ve al pasado cuando Dios ha obrado y si lo hizo antes, lo hará de nuevo. En los cielos no ven las partes negativas de tu vida si las has cubierto con la sangre de Jesús. Dios tiene un estudio de edición y El quiere que tú también edites tu vida. Si Dios recuerda sólo tus cosas buenas, quién eres tú para recordar lo malo?

Dios quiere que redirecciones tu vida y la de tus descendientes. Es importante que veas lo que Dios ha hecho en la vida de tus hermanos espirituales, eso alimenta tu fe, y si Dios lo hizo con ellos, lo hará contigo. Establece un nuevo parámetro en tu vida. Durante años quise cambiar a mis padres, mi pasado, tener una máquina del tiempo para regresar y cambiarlo, pero eso es imposible. Lo bueno es que nada nos impide cambiar el futuro. Si corro bien la carrera, mis hijos tendrán una vuelta menos que dar. Tira todo lo que no sirve, quita todo lo que hace que la vida te sea tan densa. Aprovechemos la vida, para que nos alegremos de nuestra juventud. Mira hacia el futuro y deja ir el pasado.


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